

RELACIÓN SIMBIÓTICA ENTRE EMPRESA Y TRABAJADORES.
La relación simbiótica entre trabajo y empresa puede darse entre empleados y empleadores, entre empresas y sus trabajadores. En todos los casos, se trata de una colaboración que beneficia a ambas partes.
Entre empleados y empleadores
Los empleados valorados, motivados y escuchados se sienten más comprometidos con su trabajo. Se expresa o manifiesta principalmente en el cuidado y protección de la Vida y la Salud de sus trabajadores.
Esto se traduce en una mejor experiencia del cliente, ya que los empleados satisfechos prestan un mejor servicio.
Para impulsar la satisfacción de los clientes, es importante fomentar un entorno de trabajo positivo.
Entre empresas
La simbiosis industrial es un fenómeno en el que dos o más empresas se benefician mutuamente intercambiando residuos o subproductos.
Esto ayuda a conservar los recursos naturales, reducir el uso de energía y disminuir la generación de desechos.
EXPERIENCIA EN CHINA.
La relación simbiótica entre fuerzas de mercado y dirección del Estado ha sido “clave” para explicar el desarrollo de China, destacó el historiador chileno Gabriel Artaza, en el marco de la celebración de las sesiones anuales del máximo órgano legislativo y el máximo órgano asesor político de China, conocidas como las “dos sesiones”.
El máster en Desarrollo y Cooperación Internacional del Instituto de Estudios Internacionales explicó a Xinhua en una entrevista que esta relación simbiótica ha sido “clave” para explicar el desarrollo de China desde los inicios de la reforma y apertura en 1978.
“Es una relación que debe ser explorada en las apuestas de los países para alcanzar el desarrollo, entre la capacidad del Estado de hacerse cargo de los fallos de mercado y de impulsar el desarrollo de capital humano, salud, planificación urbana y relaciones exteriores que pueden aprovechar la capacidad de innovación y la competencia propias de las fuerzas de mercado”, aseveró.
Asimismo, destacó que las autoridades de China han detectado “correctamente” las limitaciones que involucra un modelo de desarrollo basado en el consumo de combustibles fósiles y las manufacturas.
“La apuesta por la electromovilidad y las energías renovables es una lectura correcta para seguir impulsando el desarrollo económico en un nuevo contexto global”, abundó.
Artaza profundizó que el crecimiento económico de China en 2024 es síntoma de una economía que “se mantiene saludable, en particular por el hecho de que buena parte del crecimiento fue impulsado por el aumento de la producción industrial”.
Artaza abundó que ante el avance de posiciones proteccionistas en el escenario internacional, “China debe seguir apostando por ser el paradigma de la apertura y el comercio internacional”.
“Si bien el aumento de las tasas arancelarias de Estados Unidos puede tener un impacto importante, China puede sortear parte de sus efectos promoviendo nuevos mercados, nuevas inversiones en otros continentes y buscando sostener un orden económico basado en normas que la conviertan en un socio confiable”, dijo.
undizó que China tiene una “lectura pragmática” de las relaciones internacionales que le ha permitido “generar lazos con distintos Estados más allá de la ideología política o la forma de gobierno”.
Esto, a su vez, “le ha permitido mantener relaciones estables con buena parte del planeta pese a las diferentes coyunturas que han emergido. La Iniciativa de la Franja y la Ruta es un paso más del esfuerzo de China por vincularse al mundo y de fortalecer la integración económica mundial y es una propuesta valiosa a considerar por los distintos países”, aseveró.
En una vista histórica, Artaza reflexionó que el proceso de modernización de China impulsado por la reforma y apertura fue “un exitoso esfuerzo de vinculación de la planificación estatal y las fuerzas de mercado”.
“El proceso chino destaca por su espectacular magnitud, permitiendo en pocas décadas sacar a centenares de millones de personas de la pobreza y cambiando de forma radical el orden internacional”, dijo.
En el contexto chileno, Artaza explicó que, si bien desde Chile se ha visto la relación con China desde su aspecto más bien comercial, existen “interesantes experiencias” de cooperación en distintos ámbitos de la ciencia y la innovación.
Destacó el acuerdo que involucró la llegada a Chile de vacunas chinas para combatir la COVID-19, “lo cual permitió a Chile convertirse en uno de los líderes mundiales en vacunación frente a la pandemia”.
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