EMPRESARIOS EUROPEOS Y ASIÁTICOS Y DEL MUNDO, BIENVENIDOS A CHILE.
Es muy grato para nosotros los chilenos, poder invitarlos a venir a Chile, un país, largo y angosto, que cuelga como una espada en el cinto de América Latina.
Lo hacemos con alegría, entusiasmo y con el afecto que nosotros los chilenos demostramos “al amigo cuando es extranjero”, como dice una canción popular. Efectivamente, nuestro país cuenta con un gran número de profesionales del alto nivel y un contingente de trabajadores con conocimiento de las técnicas industriales en todas las actividades, pues, si bien es cierto nuestro país es pequeño, posee industrias que en su tiempo fueron señeras, como las metalúrgicas, las del petróleo, de la madera, químicas, pesqueras, etc, etc. Ello, porque en nuestro territorios la diversidad climática nos ha dado una gran minería, un gran sector forestal, pesca en abundancia, algo de petróleo, agricultura, una incipiente industria del turismo por las regiones del Sur abundantes en ríos, lagos, montañas accesibles, paraísos selváticos aun no explotados racionalmente.
Nuestros trabajadores son aguerridos, duros para el trabajo y con una gran experiencia obtenida de las diversas industrias que han fortalecido la economía.
Se dice en las páginas web preocupadas de nuestras riquezas que Chile es el mayor productor mundial de cobre, litio y yodo, como también de productos agrícolas como uvas frescas, arándanos, ciruelas y manzanas deshidratadas. También se informa que sus sectores de actividad clave incluyen la minería (cobre, carbón y nitrato), los productos manufacturados (procesamiento de alimentos, productos químicos, madera) y la agricultura (pesca, viticultura y fruta).
La participación de empresas europeas de elevado prestigio y gran experiencia serían un tremendo aporte para Chile en que la tecnología y el capital humano también son importantes para explicar el crecimiento económico y afianzarlo. Hay un campo nuevo, mejor dicho un mundo nuevo para la inversión en un país con una política estable, de bajos impuestos que cuenta con las infraestructuras necesarias para la viabilidad de cualquier proyecto importante. Puertos, caminos en perfecto estado, aeropuertos y un sistema de transporte amplio. En este aspecto la unión de los extremos del país en un tren de vía rápida es una necesidad urgente.
Son más de tres mil kilómetros de vías férreas que contribuirían al transporte de personas y carga. Más las líneas ramales de la central. Los chilenos añoramos los trenes y amamos nuestro país de desierto ardiente y fríos glaciales. He aquí una oportunidad de inversión que se aplaudirá.
Es nuestro placer invitarles a invertir en Chile. Lo único que exigimos es que se respete nuestra independencia, nuestra soberanía y se apliquen nuestras leyes, que son las mismas que derivan del Derecho Romano y se aplican en muchos países de Europa.
Conocemos las dificultades que hoy tienen los empresarios europeos con una inflación desatada, falta de recursos energéticos o estos demasiado caros. Nada de eso encontrarán en Chile, pues, hay tanta energía que un sistema de energía solar podría dar gratuitamente energía a una empresa mayor y a toda una población, en el Norte de Chile.
POR ESO, SOLO NOS QUEDA DECIRLES BIENVENIDOS!!!!
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