

ESTRÉS LABORAL Y BURNOUT.
1.- ESTIMADOS AMIGOS: Es notable que una de las herencias dejadas por los gobiernos del Neo Liberalismo, son las enfermedades mentales del colectivo. Ello, no es un cuento, es una realidad que se observa cada día en las manifestaciones de violencias, de agresiones, de falta de respeto, de ira acumulada, por largas horas de trabajo, largas distancias para llegar a tiempo, salarios y sueldos miserables y toda la cadena de problemas con las que el trabajador chileno debe vivir.
No se puede disimular la violencia en las calles, en la conducción por las atiborradas calles de las ciudades, aparte de las repercusiones que llegan al centro de la familia, por diversas agresiones que el sistema hace cada día al núcleo familiar.
De ese modo la carga de estrés, se acumula, al igual que lo que pasa con las presiones de las placas terrestres, las que al finar explotan en sismos, maremotos y desgracias. Al igual que le hombre y la mujer trabajadora, la tensa cuerda acumulada de presiones por las dificultades del diario vivir explotan en una parte de las circunvoluciones cerebrales, causando ira, frustración, violencia contra las cosas y contra las personas, en cualquier lugar en que se desate el evento.
2.- Hoy las estadísticas de las entidades de Seguridad Social, nos dan datos alarmantes que indican como en pocos años las enfermedades mentales de los chilenos se va acercando peligrosamente al 50%, de las enfermedades totales. En pocos años, desde un 17% del total de las enfermedades que los trabajadores sufren, ahora se alzan a cerca del 40%, es decir, a este rito los trabajadores van a sufrir tantas enfermedades mentales, como las de cualquier otro tipo.
¿Cuál es el problema real?, pues, que los hombres y mujeres de trabajo hoy suman entre 12 y 14 millones de personas y si el trabajo agrede causando enfermedades, significa que esta actividad humana, que debiera ser de gozo, realización personal y felicidad basada en el aporte personal a la sociedad, al contrario, va a ir minando cada día la salud mental de la población laboral.
3.- Amigos, se estima que una enfermedad es de carácter laboral, cuando deriva directamente del trabajo realizado por la víctima. Digo víctima, porque, no se trata de una enfermedad como cualquiera otra, sino, una que deriva del acto más hermoso del hombre, trabajar para su familia y para la sociedad. Al no identificarse el trabajador con estos valores, ocurre que va naciendo en su psiquis una frustración que termina en destruirlo.
Debo decir, que como hay una relatividad en todas las cosas, en el caso del trabajo, no todos los trabajadores dan una misma respuesta a los problemas que nacen en el trabajo.
Así, frente a los administradores, capataces o supervisores, groseros y sin educación en materia de recursos humanos, lo que se llama un Jefe Tóxico, algunos trabajadores son más indiferentes, pero, otros, sienten en su conciencia profunda el desprecio, la discriminación, el abuso y la violencia por la vía del acoso, que es lo que se conoce con el término de builling.
4.- Un trabajador sometido diariamente al desprecio y discriminación de sus jefes, también con características psicopáticas, puede incluso atentar contra su vida, empujado por la desesperación, la impotencia en su posición de elemento más débil frente a la jefatura. Eso se ha visto en Chile, no una, sino, muchas veces.
El exceso de presión en el sistema productivo, es una muy mala práctica, que se ha eliminado en los países civilizados, cuando la empresa ha comprendido que el Capital Humano tiene una importante rentabilidad en el mundo económico. Un trabajador con experiencia tiene un par de años de trabajo formativo, para llegar a dominar su aporte a la producción de bienes y servicios. Eliminarlo, constituye un mal negocio para la empresa.
5.- Del mismo modo, en el concierto febril, caótico de una producción irracional, el trabajador termina accidentado, y a veces fallecido o enfermo. La enfermedad típica en este caso es el estrés, que se manifiesta como una desadaptación múltiple al medio laboral. Entonces ahora podemos decir que el trabajador tiene Estrés. Según S. Rosenzweig (1972) a la situación-estímulo que constituye un obstáculo o una obstrucción más o menos insuperable en la vía que conduce a la satisfacción de una necesidad vital cualquiera. También se le califica como “la condición mental o física que ocurre en cualquier momento en que debemos ajustarnos o adaptarnos al ambiente” (Coon, 1999).
Pero, no aceptemos que las causas del estrés se limitan a una Jefatura Tóxica. Los estresores son variados y de diversa naturaleza. Ejemplo exigirle a un trabajador una tarea superior a sus fuerzas o a su nivel tecnológico. Luego sancionarlo, ridiculizarlo y burlarse. Hay una relación entre los estresores y el estado emocional o de sensibilidad del trabajador: Rabia, vergüenza, aislamiento, (ley del hielo), miedo, complejo de culpabilidad, etc, etc.
6.- BOURN OUT. Cuando el estrés se transforma en una especie de enfermedad desbordada de obsesiones y el trabajador comienza a eludir el trabajo, usar licencias médicas para evitar la asistencia, cuando se observa al trabajador ansioso, agresivo, depresivo, con poca auto estima, además, falta demasiado a sus labores, seguramente, el estrés genérico, se ha transformado en BOURN OUT.
En este estado el trabajador se encuentra más que estresado, tiene el síndrome de alteraciones cognoscitivas, emocionales y psicosomáticas. Se estima, además, que su condición tiende a contagiar a otros trabajadores, aun cuando se trata de una enfermedad mental.
Para terminar, digamos que en Chile, estas enfermedades mentales son otra consecuencia de una política de producción meramente utilitarista, que mira más a las utilidades del periodo que a la salud de la sociedad y de los propios trabajadores de la empresa. En consecuencia de la introducción a la fuerza del Sistema Neo Liberal de libre mercado, de corte individualista, pragmático, dirigido a dar respuesta a un grupo de accionistas, y no al bienestar de la Nación. Por ello, significa una inmensa hipocresía, hablar de la libertad y la democracia, cuando al ser humano propietario de esos valores no se le respeta, más, se le enferma y destruye, en función de un interés privado.
En términos muy similares, se observa el trabajo y la condición de los trabajadores del sector privado, con el agravante que ellos carecen del derecho a sindicalizarse.
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