

INCENDIOS.
ESTIMADOS AMIGOS: En Chile, cada cierto tiempo, por no decir cada año, debemos sufrir el dolor, la tragedia, la angustia y la muerte de compatriotas, debido al fuego que ataca con violencia lugares desprotegidos, generalmente causando muertes y tragedia a los más vulnerables.
Se dice que el origen de los incendios, recae en la acción humana. Esta acción puede ser de mala fe, doloso o intencional, o producto de la negligencia de las personas, el descuido o la negligencia en el uso del fuego para cualquier labor, incluso domésticas.
El 99,7% de los incendios se inician ya sea por causas humanas. Generalmente, errores en la manipulación del fuego, por prácticas agrícolas o, como lo he4mos dichos anteriormente, por intencionalidad. En este caso hablamos de un delito grave.
En los incendios rurales, forestales o en aquellos ocurridos en los campos, el fuego se propaga rápidamente sin control, debido a que existe, una vez iniciado, suficiente material de fácil combustión, es decir, árboles, pasto seco , arbustos, madera seca.
Estimados amigos, en Chile, en situaciones de condiciones atmosféricas y ambientales adecuadas, como elevadas temperaturas, campos sucios, plantaciones descuidadas, nacimiento y mantención desordenada de elementos arbóreos, ausencia de lluvias, sequías, se PRODUCEN ENTRE 6.000 a 7.000 incendios forestales.
Lo anterior nos lleva a reflexionar que los casos en que los incendios se producen por acción intencional del hombre, cualquiera sea la motivación, son los menores, pues, ante tal número de incendios no es lógico pensar que haya un regimiento de delincuentes preocupados de realizar actos vandálicos.
E
ntonces, ante esta realidad, lo primero que se me viene a la cabeza es preguntarme ¿Qué pasa con la educación en Chile, que no se preocupa de enseñar prevención? Esto es desde las escuelas y colegios, tal como se hace con la prevención de los accidentes del tránsito.
Asimismo, me pregunto ¿Cuándo las empresas forestales se van a preocupar de la mantención de sus plantaciones? Estas se encuentran como abandonadas de Dios, con trabajos ocasionales, de raleo, poda, tala, pero, si nos fijamos, se ahorra espacio en cortafuegos, en limpieza del suelo, eliminación del sotobosque.
La responsabilidad de las empresas forestales, no se limita al cuidado de las plantaciones, pues, de ellas se derivan grandes incendios a los que también tienen la obligación de combatir. Sim embargo, siguiendo el esquema de la economía Neo Liberal, esperan que sea el Estado el que se preocupe de dar solución a los casos de inicio del fuego. Se impone, en consecuencia que estas empresas tengan, mantengan y se hagan cargo de equipos sofisticados, potentes y eficaces en la lucha contra el fuego.
Basta ya, que las empresas basen el cuidado de sus plantaciones en el trabajo gratuito de los bomberos de Chile, a quienes no ayudan, no apoyan, salvo para labores de propaganda y limpiado de imagen.
Se dirá que hay una acción privada de las grandes empresas forestales y madereras para proteger sus inversiones. Es justo y necesario, pero, sus inversiones no están aisladas de la sociedad chilena ni de sus problemas, por lo que, por razones económicas, éticas y morales y de solidaridad, deben ayudar en el caso de los incendios fuera de sus plantaciones, pues, estos siniestros les afectarán y no resulta justo abusar de la acción bomberil.
Impactos: 23