

KIMELN CAPACITACIONES LTDA., PREOCUPADOS POR LA VIDA LABORAL ACTUAL DE LOS TRABAJADORES “ON LINE”, ENTREGA ESTE APORTE.
TRABAJO “ON LINE” Y SUS EFECTOS.
En las actuales circunstancias, es necesario, tomar las providencias necesarias y adecuadas, para evitar que los efectos de la pandemia lleguen a alcanzarnos. Las medidas ordenadas por la autoridad sanitaria ha sido que se limite el trabajo presencial y se reemplace por el tele trabajo, trabajo on line o trabajo a distancia.
Cualquiera sea la denominación la verdad es que se ha abandonado el hábitat natural de nuestro trabajo y nos hemos recluido en nuestros hogares, para continuar con la actividad laboral.
Lo anterior, desde el punto de vista de la programación mental y física, a la que nos hemos sometido durante mucho tiempo (meses, años), implica una forma de shok, pues, tal obligación no nos deja alternativa, frente a los ordenado por la parte empleadora y la autoridad sanitaria.
Aunque no quisiéramos llamarlo de esta manera, pero, tal circunstancia constituye una situación de violencia, si bien es cierto de características leves, en cuando a lo físico, pero es, sin duda alguna, un gran impacto en materia psiquico.
En efecto, todo nuestro cuerpo y nuestra mente se ha resentido y violentado respecto del cambio al que estábamos acostumbrados y que se identificaba con nuestras tareas.
Ahora, en cambio, habrá que realizar toda una reorganización del hogar, con fines de contar con el tiempo suficiente para ejecutar las tareas del día.
Lo anterior implica, integrar a nuestra nueva organización doméstica a todos los integrantes de la familia, incluyendo a las mascotas que dependen de nosotros.
Imaginemos, una madre que ha debido realizar su trabajo desde su hogar. Primero, seguramente no cuenta con la clásica ayuda de la colaboradora en cuestiones domésticas, por razones obvias, la limitación de terceros en la familia como necesaria forma de prevención del contagio pandémico. Luego, organizar la forma de trabajar y atender a los niños, con o sin ayuda del cónyuge, y en este aspecto, una profesional, puede en corto tiempo perder la paciencia, desde que carece de la costumbre para esa tarea, considerando que generalmente los niños están en la escuela.
Es indudable que son muchas las alternativas para quedar demolido físicamente y para desmoronarse en el aspecto psíquico, cuando haya pasado algunos días, sin que la rutina se haga costumbre, hábito o disciplina interna.
Esta trabajadora o este trabajador, necesariamente debe conocer las medidas sanitarias recomendables para que el confinamiento sea efectivo, así como las circulares de prevención que la autoridad de salude ha emitido como obligatorias frente el peligro pandémico.
Claro, suma al estado de nerviosismo el hecho, que si se estuviera en trabajo presencial, serían estas autoridades, las patronales o las de colaboración en higiene, salud y seguridad, quienes impartirían charlas, clases y otras formas de capacitación para enfrentar el Covid 19.
En las circunstancias de confinamiento, corresponde a la trabajadora hacerlo conforme a la información que le llegue, pero, sin ningún grado de fiscalización.
A estas alturas, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que en la primera semana de confinamiento aparecen en nuestra trabajadora o trabajador, los primeros síntomas de reacciones adversas, típicas de la situación de aislamiento, de las condiciones del hogar, del miedo al contagio, que suele ser el más peligroso de todos, y por supuesto, el estrés, la ansiedad y la angustia.
Se inicia con hechos simples, como no soportar los gritos y juegos de los hijos; rechazar al cónyuge; estados de mal humor; insomnios; traspiraciones nocturnas; taquicardias.
Más adelante vendrá el dolor en la zona del abdomen; irregularidad en las deposiciones; dolores de cabeza, confrontación con los otros moradores de la vivienda.En cuanto al trabajo, se ha perdido la colaboración de los demás miembros de la oficina, empresa o funcionarios, lo que, además, de la falta de concentración que se ha ido ganando, a medida que pasan los días de retiro obligado, podría hacer que se cometan errores, se pierda confianza o, al menos, se tenga dificultad en el estudio y resolución de las tareas.
Es claro, que esto no es un panorama absoluto. Cada persona actúa conforme a su propia naturaleza y, así, habrá algunos que tengan el tiempo, la soledad y el lugar que siempre han deseado para trabajar con mayor creatividad. Lo que estamos diciendo es que en general, es posible que ocurran estas situaciones a muchos trabajadores erradicados de sus lugares de trabajo y enviados al trabajo on line a su hogar.
Ahora, bien. ¿Es posible que las obligaciones de salud, higiene y seguridad, de quienes laboran en estas condiciones, sea, como corresponde conforme a la ley vigente, sean observadas y solucionadas por la parte patronal?
Lo anterior, no es un acto gracioso de la empleadora. Es una obligación legal. De tal manera que deberá implementar un sistema para cumplir con su obligación de proveer todas las medidas necesarias para salvaguardar la Vida y la Integridad de sus trabajadores “on line”.
El tiempo de trabajo es el mismo que el natural y obvio, lo único que ha cambiado es el lugar donde se desarrolla, pero, con las mayores dificultades que el trabajador puede tener, es decir, acomodar a los inconvenientes de su trabajo a toda su familia.
No me cabe duda, que este esfuerzo adicional del trabajador, debe ser recompensado económicamente, pues, en muchos casos, tendrá que asumir costos agregados a su nuevo lugar de trabajo, como se luz, colación, equipos de trabajo, pago de sistemas como internet, celular y otros. ¿Quién paga esos gastos? Indudablemente el beneficiado con el trabajo, es decir, el empleador.
Hay factores que mitigan estos efectos del confinamiento, como lo es una muy buena planificación del hogar y de la familia, de las horas de trabajo, de los descansos, de los instantes de concentración, alejarse del abuso de información negativa; consultar al psicólogo de la empresa o al médico; para evitar miedos infundados se deben conocer claramente los signos o efectos del Covid 19 y no desesperarse, no todos son efectos graves. Escuche música clásica, le recomiendo Brahms, List, Mozart, Vivaldi y no pierda sus contactos sociales.
El confinamiento mata por la vía de la soledad. Y si hay tiempo, un poco de ánimo en una sesión breve de gimnasia en el hogar.
La madurez del trabajador podrá evitar una salida por la vía del estrés en este difícil tiempo.
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